Historia: Buena parte del plástico que va a parar al medio ambiente lo hace a los mares y océanos. El agua, el sol, el viento y los microorganismos van degradando el plástico vertido al océano hasta convertirlo en diminutas partículas de menos de 0,5 centímetros de largo conocidas como microplásticos. Estas partículas son ingeridas por el plancton, los bivalvos, los peces y hasta las ballenas, quienes las confunden con comida.